Yo creo ...

Me gusta y creo plenamente en Ayurveda porque es una ciencia absolutamente lógica.

Parte de la observación de la naturaleza, de nuestro entorno, razón por la cual hace más de 4.000 años que se viene practicando y sus principios aún son válidos.

Nos hace comprender que no estamos separados de nuestro entorno. Somos uno con él.

Nuestro cuerpo no está separado de nuestra mente, de nuestra alma. Somos un todo.

Este concepto de unidad también lo encontramos en yoga. La misma palabra significa unión.

Ayurveda es la ciencia de la vida, es una filosofía de vida que nos enseña y explica lo que nos hace feliz o no en la vida, lo que es útil o inútil en nuestra vida.

Recordemos que su finalidad es que tengamos una larga vida llena de salud y bienestar.

Si nos paramos a pensar no es tan fácil seguir, cultivar y mantener aquello que nos hace feliz.

Vivimos en una sociedad que nos distrae de nosotros mismos para hacernos más felices y el resultado es completamente opuesto.

Cuanto más nos distraen más nos aburrimos y nos sentimos insatisfechos y vacíos.

Cuando gozamos de una buena salud, tanto física como mental, cuando nos sentimos jóvenes, con entusiasmo, fuerza, cuando tenemos conocimiento y nociones de arte y ciencia. Cuando escuchamos nuestros sentidos, conocemos nuestras sensaciones y las comprendemos plenamente. Cuando tenemos el suficiente valor para movernos por la vida libremente y sin miedo, entonces podemos tener una vida feliz.

Lo que nos puede ser útil es tener buenos deseos hacia todo el mundo. Es decir, no desear las riquezas de otros, ser veraz, no ser violento, amar, controlar las pasiones como envidia, ira, orgullo, etc.

No es fácil pero tampoco es imposible. No somos perfectos pero esto no tiene que ser una excusa para intentar cada día ser un poco mejores, observando al finalizar el día nuestro comportamiento durante él. Modificar aquello que se pueda y trabajar aquello que nos sea difícil de cambiar.

Las personas que nunca se equivocan son aquellas que nunca hacen nada. Si nos movemos, decidimos y nos relacionamos con nuestro entorno para aprender, siempre habrá un momento que nos equivocaremos. Aprovechemos las equivocaciones para rectificar y seguir adelante.

Este es un sabio consejo de mi maestro de yoga:

“Delante de una equivocación hemos de tener la mente despierta para darnos cuenta. Hemos de ser humildes para reconocer nuestra equivocación y hemos de ser sabios para rectificar correctamente”.